Reacciones Febriles
Las reacciones febriles son un conjunto de pruebas que sirven como su nombre lo indica para diagnosticar enfermedades que cursan con fiebre, algunas de las más comunes son las siguientes: fiebre tifoidea (Salmonella), brucelosis (fiebre ondulante, fiebre de Malta) y rickettsiosis (Fiebre Q, fiebre manchada de las montañas rocallosas).
Las reacciones febriles son pruebas que han venido a caer en desuso, sin embargo en muchos países en vías de desarrollo como México se siguen utilizando por ser pruebas baratas y rápidas.
Los antígenos febriles se usan para detectar anticuerpos en el suero del paciente contra la Salmonella, brucella y rickettsias.
En las reacciones febriles se incluye: Fiebre tifoidea (Salmonella).
La fiebre tifoidea es una enfermedad infectocontagiosa de alta prevalencia a nivel mundial.
Cuadro clínico:
La fiebre tifoidea está caracterizada por fiebre alta constante (40°C), sudoración profusa, gastroenteritis y diarrea. Menos comúnmente puede aparecer un sarpullido de manchas aplanadas de color rosáceo.
Tradicionalmente se divide en cuatro fases, durando cada una de ellas una semana aproximadamente.
Primera semana:
Durante esta fase sube lentamente la temperatura con una bradicardia relativa, malestar general, dolor de cabeza y tos. Se ha observado Epistaxis en una cuarta parte de los casos.
Segunda semana:
Durante esta fase se produce la postración. Llegando la fiebre a los 40°C. El delirio es frecuente (este delirio le da a la Fiebre Tifoidea el nombre de fiebre nerviosa). En un tercio de los pacientes se han observado puntos rojos en la parte inferior del pecho y abdomen. Hay respiración agitada. El abdomen está distendido y dolorido en cuadrante derecho inferior. La diarrea puede también ocurrir en esta fase, de apariencia verde y olor característico con apariencia de puré de guisantes. No obstante el estreñimiento también es frecuente.
Tercera semana:
En esta semana si la fiebre tifoidea no se trata, las complicaciones son frecuentes.
Finales de Tercera semana/Principios de la cuarta:
La temperatura corporal se va restableciendo.
Un diagnóstico de fiebre tifoidea puede considerarse si los títulos iníciales de laboratorio se cuadruplican entre una y cuatro semanas. Sin embargo, el clínico no puede esperar este tiempo para establecer un tratamiento.
El diagnóstico definitivo de Fiebre tifoidea se establece mediante el aislamiento de Salmonella en un cultivo.
La enfermedad se adquiere por ingerir alimentos contaminados o mantener un estrecho contacto con el ganado.
Las zonas de mayor prevalencia corresponden a la región del Mediterráneo, Asia occidental, algunas partes de África y América (Estados Unidos, México, Brasil, Perú, Colombia y Argentina).
BRUCELOSIS
La brucelosis en el hombre se transmite por la ingesta de leche, sus productos y derivados contaminados, no pasteurizados, por contacto con productos, subproductos y desechos como tejidos o excreciones de animales enfermos, y por inoculación de brucelas o inhalación del polvo de corrales o mataderos, donde éstas se encuentran; de ahí que atender animales que se sospeche que han estado en contacto con el agente, manipular carne y vísceras de animales infectados y trabajar en laboratorios, se consideren actividades ocupacionales de alto riesgo.
Cuadro clínico:
Es una enfermedad que se autolimita o se vuelve crónica. Muchos pacientes padecen infecciones asintomáticas.
La forma aguda de la brucelosis se caracteriza por fiebre que en la mayoría de los casos es alta e intermitente (ondulante), presentándose generalmente por la tarde/noche acompañada de cefalea intensa frontal y occipital, y diaforesis.
En la forma crónica, las manifestaciones más comunes son:
- Síndrome febril: Habitualmente de poca intensidad en la mayoría de los casos;
- Osteoarticulares: Poli o monoartritis, gránulos óseos, abscesos.
- Psíquicas: Síndrome depresivo, nerviosismo, irritabilidad.
- Digestivas: Esplenopahetomegalía, hepatitis.
- Neurológicas: Meningobrucelosis, polineuritis, síndrome ciático, síndrome radicular.
- Hematológicas: Anemia hemolítica, anemia ferropriva.
- Respiratorias: Bronquitis, neumonía
Diagnóstico:
El diagnóstico de certeza se establece aislando al microorganismo a partir de cultivos de sangre, médula ósea u otros tejidos.
Los métodos serológicos como las reacciones febriles sólo aportan un diagnóstico presuntivo. Existen varios métodos serológicos para el diagnóstico de Brucelosis como el Rosa de Bengala.
Tratamiento:
El tratamiento del paciente sospechoso o confirmado debe indicarse bajo vigilancia médica, o por personal debidamente capacitado.
RICKETTSIOSIS
Rickettsiosis (Proteus 0X-19): Las Rickettsias son bacterias cocobacilares, muchas de ellas son transmitidas por vectores como pulgas, garrapatas y piojos. En general la Rickettsiosis se considera una zoonosis, siendo el humano un huésped accidental excepto por el tifo epidémico (transmitido por piojos).
Son parásitos intracelulares estrictos, por eso existieron dudas mucho tiempo sobre si pertenecían a los virus o a las bacterias. Son muy sensibles y raramente sobreviven fuera del huésped (reservorio o vector), a excepción de Coxiella burnetii (productora de la fiebre Q) que es resistente a la desecación, al calor y la luz solar y se transmite fundamentalmente por vía aérea.
El resto es inoculado al huésped directamente a través de una picadura (indolora) en la dermis producida por el vector, por contaminación de la picadura con las heces del insecto o bien por inoculación de las mucosas con las heces contaminadas del mismo.
La Rickettsiosis se puede dividir en 3 grandes grupos:
- Grupo Tifus: tifo epidémico, por Rickettsia prowazekii, transmitido por piojos (Poulex ivitans) y tifo clásico endémico, por Rickettsia typha por la pulga.
- Grupo de Fiebre manchada: Rickettsia rickettsii, que implica más de 30 especies, transmitido principalmente por ácaros y pulgas (Fiebre manchada de las montañas rocallosas).
- Tifus Scrub: Orientia tsutsugamushi, también llamado tifo de los matorrales, transmitido por ácaros.
El periodo de incubación es de aproximadamente 7 días y varia de 2 a 14 días.
Los síntomas en general, se caracterizan por fiebre, cefalea (dolor de cabeza), rash (erupciones cutáneas), dolor abdominal, hepatomegalia, esplenomegalia y síntomas respiratorios como tos, entre otros síntomas.
Diagnóstico:
Es fundamental para el diagnóstico considerar el contexto epidemiológico: zona geográfica, viajes a zonas endémicas, contacto con animales reservorio, antecedentes de acampadas y medio profesional.
La confirmación del diagnóstico de una enfermedad por Rickettsias requiere estudios serológicos ya que cultivar la bacteria sólo es posible en laboratorios especializados y además se precisan cultivos celulares (parecidos a los cultivos virales).
En las reacciones febriles se utiliza la reacción de Weil-Felix, esta prueba en si no busca Rickettsias, se basa en la capacidad del suero del paciente infectado por Rickettsias para aglutinar ciertas cepas de Proteus (Reacción cruzada) por lo que es poco sensible y específica y siempre deberá seguirse de pruebas confirmatorias (fijación del complemento, hemaglutinación indirecta, inmunofluorescencia directa e indirecta y otras.
Conclusión:
- Las Reacciones Febriles son pruebas diagnósticas que cada vez van cayendo más en desuso debido a su poco valor diagnóstico.
- Con ninguna de las reacciones febriles se puede hacer un diagnóstico definitivo de cualquier enfermedad comprendida en ellas.
- El uso inadecuado de estas pruebas o su mala interpretación generalmente derivan en el uso injustificado de antibióticos.